Lamentablemente hemos venido observando como nace, crece y se reproduce hasta limites insospechados la figura del ser comúnmente conocido/a como “el/la pelota”.
Este ser que parecía haberse estancado en el tiempo y que algunos/as creíamos en peligro de extinción, resulta que lejos de esto ha estado cogiendo fuerzas para desplegar sus tentáculos sobre los derechos del resto de trabajadores/as para que nuestro sector en general y nuestra estancia en Sitel en particular sea aún más precaria, como si Sitel necesitara ayuda después de la mierda de convenio que nos han metido y el compadreo que se respira en esta empresa donde el que no es hijo/a, primo/a, hermano/a, vecino/a, amigo/a, pareja, marido/mujer, amante o compañero/a de fiesta de alguien con “cargo”… no será promocionado jamás.
El caso es que a pesar de esto, existen y cada vez son más. Por esto, te vamos a dar algunos consejos para que los/as detectes y le pongas la cara “colorá” de forma cordial y amistosa.
- El /la pelota nunca se queja, todo lo que dice su jefe/a inmediato/a es ley y como tal hay que cumplirla al pie de la letra, aunque esto signifique la perdida de algún derecho como trabajador/a y perjuicio para otros/as compañeros/as. (Esto hace que cualquier comentario o queja de otro/a compañero/a llame más de lo “normal” la atención y resalte la figura de dicho/a compañero/a aunque este/a tenga toda la razón o se propicie la banalización de dicha comentario/queja).
- El/la pelota no agota todos sus pvds o el tiempo total de su pausa para comida e incluso en ocasiones, administra su propio equipo organizando los turnos para descansar con tal de que su jefe/jefa inmediato/a esté más descansado/a, a pesar de que se pierdan pausas a consecuencia de dicha “organización”. (Punto claro del convenio, Articulo 54.- […el personal de operaciones que desarrolle su actividad en pantallas de visualización de datos, tendrá una pausa de cinco minutos por cada hora de trabajo efectivo.][…sin que tales pausas puedan demorar, ni adelantar, su inicio más de 15 minutos respecto a cuando cumplan las horas fijadas para su ejecución.]).
- El/la pelota nunca pedirá un EPI (esponjillas, tubos de voz, etc…), a pesar de que estos elementos son para preservar nuestra salud. (Esto hace que cuando un/a compañero/a lo hace e insiste, se ridiculice o no se le de importancia y tenga que subsistir, por ejemplo, sin esponjilla o utilizando una de algún compañero/a. “¿¡Acaso no conocemos los elevados riesgos de contagio que existen!?”.
Seguro que al leer estos tres ejemplos, se os ocurre una infinidad de situaciones y anécdotas con las cuales podríamos rodar la próxima trilogía del señor de los anillos, pero como decimos, esto son solo ejemplos y os invitamos a que, sin perder las formas, desde el cariño y el respeto que estos seres se merecen y procesan, les devolváis todo lo que “ellos/as hacen por nosotros/as” con tal de que vuelvan, si en algún momento estuvieron, al camino de la cordura.
No olvidéis que detectarles/as no es tarea fácil, pues se camuflan muy bien con una sonrisa, buenas maneras y una consideración cínica por sus compañeros/as. En el fondo no son mala gente, solo es que no saben lo que hacen. O si.
¡BOTE, BOTE, BOTE, ESTRUCTURA EL QUE NO BOTE!