Desde CGT hemos sido informados/as de que la sentencia sobre el despido colectivo de Lindorff tiene retraso dado que la sala está dividida ante la demanda presentada por CGT y se está preparando al menos un voto particular.
El ERE de Lindorff fue el último enjuague firmado por CCOO y UGT para favorecer a una empresa de Contact Center. CGT demandó a la empresa porque el despido colectivo era una chapuza integral en la que reconocían un grupo de empresas a efectos laborales elegido por ellos mismos que integraba a las empresas que ellos querían.
CCOO y UGT, que eran conocedores de esta situación, avalaron el despido colectivo con su firma y se enfrentaron a CGT por plantear esta demanda, como siempre en solitario. Ya sabemos que al menos uno de los tres jueces que conforman la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional piensa que teníamos razón.
En septiembre tendremos la sentencia e informaremos de ello ganemos o perdamos, pero que no quepa duda de que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Centenares de trabajadores/as despedidos/as aguardan esta sentencia.