Durante la última semana de agosto en el CAV se han dado dos situaciones extraordinarias. Por una parte, pudimos ver a la gerente del servicio, comunicar a los trabajadores por departamentos, que dado al escaso volumen de trabajo, como viene sucediendo en los últi-mos años, existe la posibilidad de que quien lo desee, disfrutar de vacaciones la última semana de agosto a cambio de una semana que tuviera pendiente.
Con este hecho, queda patente, una vez más, la falta de organización en este servi-cio, dado que si todos los años hay menos cu-rro en agosto, ¿porqué no conceden a más gente vacaciones en agosto, o más semanas?.
Por otro lado, la empresa nos dice que a 5 personas con contrato indefinido se les ha dado formación para el servicio de Ingénico, de manera que solo prestarán servicio en esta campaña como apoyo en caso de necesidad. Nuestra impresión es que se les quiere tener formados para que sean como comodines que puedan mover a su antojo.
– CGT hemos denunciado la negativa de la empresa a realizar la Evaluación de Riesgos Psicosociales. Algunos de los factores que intervienen en la evaluación y que hacen referencia a las condiciones que se encuentran presentes en la situación laboral, son las condiciones ambientales, la organización del trabajo, los procedimientos y métodos del mismo, las relaciones entre los trabajadores, el contenido del trabajo, lo relacionado con la realización de las tareas…
CGT Unitono, creemos necesaria dicha evaluación, en primer lugar por todos los cam-bios (modificaciones sustanciales, cambios de servicios, despidos por cierres de campañas,…) sucedidos en los últimos tiempos, el ritmo de trabajo que en unos servicios es muy elevado y en otros escaso, la inadecuada formación que afecta a varias campañas, el estilo de mando autoritario y falto de diálogo, la incertidumbre ante el mantenimiento del empleo en un sector de por si precario,…
Por estos motivos arriba citados, entre otros, se pueden generar consecuencias tales como insatisfacción laboral, disconfort en el trabajo, estrés, fatiga, aparición de conflictos entre trabajadores, secuelas psíquicas y somáticas, falta de motivación; todas ellas alteraciones que pueden dar lugar a estrés laboral o síndrome de estar quemado.