Tras la rocambolesca peripecia de la publicación del Convenio de Contact Center en el BOE, con suspense final incluido por la presumible rebaja de las condiciones establecidas en el Estatuto de los Trabajadores respecto a los contratados/as por obra o servicio anteriores al año 2010, CGT ha iniciado en todas las empresas de la patronal ACE, firmante de ese convenio, una campaña de reclamación del pago de todos los atrasos derivados del mismo. Las empresas, más mal que bien en algunos casos, se han avenido a pagar hasta ahora los atrasos correspondientes a la subida a subida del año 2017, beneficiándose de la congelación salarial del 0% que han firmado CCOO y UGT para los años 2015 y 2016.
Sin embargo no han abonado lo que nos deben desde el 1 de enero de 2015 ni los pluses y incentivos en vacaciones del artículo 50 con la nueva fórmula de cálculo, más favorable a los trabajadores/as, pactada en ese convenio, (tras una sentencia ganada por CGT que anuló la fórmula anterior) ni la regularización de esos mismos incentivos y comisiones en vacaciones pagados solo por las empresas a partir del segundo semestre de 2016 por lo que falta todavía tanto el año 2015 como el primer semestre de 2016.
Con diversas excusas, a cual más irrisoria, las empresas de la patronal rechazaron pagar lo que nos debían.
Ni Unisono, ni Konecta, ni GSS, ni Transcom, ni Sitel, ni Emergia pagaron tras las mediaciones obligatorias previas a la interposición de la demanda judicial.
Vimos de todo, hasta como se opuso en una ocasión CCOO, a través de la liberada Montserrat Sánchez, diciendo la tontería que se le ocurrió ese día para no reconocer su chapuza hasta que esas cantidades estaban pendientes de resolución judicial, como en el caso de Sitel.
Algunas empresas de la patronal daban la impresión de que se habían puesto de acuerdo, una tras otra, para judicializar nuevamente algo que no solo estaba recogido en el convenio, sino que incluso se había acordado en un acta por separado del propio convenio el 30 de mayo de 2017.
Sin embargo la insistencia de CGT ha dado sus frutos. El miércoles 19 de julio Teleperformance reconoció que CGT tenía razón y aceptó llegar a un acuerdo que rubricaron también la mayor parte de sindicatos de la empresa. En el se reconoce el abono de las cantidades pendientes por la regularización de la fórmula de cálculo de los pluses en vacaciones desde el 1 de enero de 2015 en la nómina de septiembre y el pago de los incentivos en vacaciones desde 2015 y la regularización de los ya abonados en la nómina del mes de agosto.
Un ejemplo, sin duda, de que CGT nuevamente tenía razón en su reclamación y probablemente un presagio del recorrido judicial que espera a todas las empresas que hasta ahora se han negado de forma contumaz al pago de estas cantidades. También nuevamente se demuestra que mientras CCOO y UGT firman un convenio basura que nos condena a la precariedad, CGT es luego quien con uñas y dientes defiende los derechos que tenemos en él día a día.