Los despidos son una clara persecución sindical contra la CGT, ya que los expedientes sancionadores abiertos en su momento lo fueron no sólo a los ahora despedidos, sino también a otros representantes sindicales afiliados a otros sindicatos (UGT y CIG), que no han sido despedidos. Supone una represión a una sección sindical (la de la CGT) que se ha venido caracterizando por la denuncia constante de las actitudes represoras y antisindicales de la empresa, así como de las prácticas contrarias a la legislación en materia de protección de datos y, sobre todo, su enfrentamiento a los ERES presentados por la empresa que supusieron el despido de más de 400 trabajadore Los despidos se producen en un momento en que la CGT había convocado paros durante todo el mes de marzo, paros convocados precisamente por las prácticas antisindicales de la empresa y en contra de varios expedientes sancionadores a distintos trabajadores de SYKES.»