CGT formuló denuncia a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social tras tener conocimiento por parte de varias compañeras de las practicas que se vienen realizando en Viviendas de la Capital, situadas fundamentalmente en el entorno de la Estación de Ferrocarril, además de realizar una acción de protesta en uno de los pisos en los actos previos al primero de mayo 2009.
La Inspección de Trabajo ha detectado al menos 8 viviendas dedicadas a centros de Telemarketing que no estaban declaradas como centros de trabajo, que además de no reunir las condiciones mínimas en materia de Seguridad y Salud e Infringir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, tenían a sus trabajadoras (fundamentalmente ocupan mujeres jóvenes) sin dar de alta en la Seguridad Social, sin respetarles las condiciones sociolaborales y económicas que les corresponderían para la actividad que desarrollan, sin entregarles contratos de trabajo ni recibos de salarios, sin que existiese el correspondiente registro de jornada, etc. etc.
A mayor abundamiento también se han practicado requerimientos a estas empresas, que anunciaban por internet sus ofertas de trabajo, en materia de sexismo e incumplimiento de la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres, al seleccionar para trabajar únicamente a trabajadoras/teleoperadoras.
Alguna de los pisos/empresas Inspeccionadas tenían contrato de suministro con la empresa TURYVOZ SL para la venta telefónica de paquetes vacacionales y hoteleros. Con estas actuaciones, gracias a la información facilitada por empleadas que han padecido a esos Pseudoempresarios, se ha desmantelado un importante núcleo de economía sumergida en Málaga a través de empresas “fantasma” y centros de trabajo ocultos en aparentes viviendas particulares, habiéndoles obligado a regularizar la situación sociolaboral de todas las empleadas, a reconocer sus derechos socioeconómicos, a adaptar los pisos a las medidas que la ley de Prevención exige para cualquier centro de trabajo y lo más importante, se han destapado situaciones de abuso hacia las trabajadoras, que en la mayoría de los casos aceptaban trabajar en esas condiciones ante la grave situación de desempleo que padecemos en Málaga y de la cual, empresas unipersonales, como las investigadas, se han venido aprovechando para hacer su agosto a costa de la crisis y de la explotación de las trabajadoras.
Desde CGT no dudaremos en seguir denunciando los abusos patronales y confiamos en que se corra la voz, entre aquellos empresarios sin escrúpulos, que juegan con la economía sumergida y la ilegalidad, para enriquecerse, procediendo a abandonar estas prácticas nocivas y vejatorias para la dignidad de los trabajadores/as, sino quieren seguir exponiéndose a que cualquier día puedan correr la misma suerte, abonando multas cuantiosas y quedando en evidencia.