La dirección del Grupo GSS, junto con toda la clase empresarial, debe estar felicitándose por el regalo que el gobierno de Rajoy les ha hecho. Ni en sus mejores sueños pudieron imaginar un panorama como el que esta derechona les está ofreciendo. Sin embargo, no podemos olvidar que estas medidas, en su mayoría, ya se habían acordado entre esa pléyade sindicalistas s nefastos, tan rojitos ellos, q u e representan la pareja feliz, Toxo y Méndez, y las patronales CEOE y CEPYME. No fue otra cosa su Acuerdo de Negociación Colectiva.
Ahora ha llegado Rajoy, buen conocedor de los intereses que la casta dirigente de CCOO y UGT tiene en estas componendas, y plantea bastante más allá, simplificando la contratación de los trabajadores al servicio del capital financiero internacional.
Es más, han dejado de esconder las cartas, afirmando sin rubor, que se necesita que la clase trabajadora sea atractiva para los mercados. Es decir, reducir sus derechos, hacerla más esclava, esperando que los que tienen el dinero inviertan en el negocio. Sabemos que el Director Financiero del Grupo GSS, Antonio Martos, con el asesoramiento del aprendiz a jurisconsulto, Julio Alberto Pérez, (el director de Relaciones laborales), están estudiando entre cafés y sacarina la reforma laboral para poder desgraciar la vida de muchos de nosotros.
El famoso Expediente de Regulación de Empleo, que nos habían a n u n c i a d o hacía unas semanas, ya se les ha quedado en papel mojado. Ahora quieren más, lo quieren todo.