La dirección del Grupo GSS (multinacional de Telemarketing) ha escenificado estos días un cabreo monumental con CGT y ha sancionado a Sonia y Zoraida, afiliadas a nuestro sindicato que forman parte del Comité de Empresa de Madrid. Las razones que han utilizado es un correo electrónico en el que estas compañeras ponen en evidencia la ineptitud y desidia de la empresa en el cumplimiento del Plan de Igualdad.
Desde hace unos meses la CGT ha emprendido una campaña para exigir el cumplimiento del Plan de Igualdad que se firmó el 12/4/2013. Aprovechando que desde enero CGT se convirtió en el sindicato mayoritario en el Comité de Empresa de Madrid, se realizó un análisis riguroso de la situación de este acuerdo que debe facilitar, entre otras cosas, la igualdad de la plantilla. CGT ha solicitado por diversos cauces información al respecto de las 39 medidas pactadas, con el fin de exigir que se cumpliera lo que se había firmado tras detectar que las medidas se han incumplido sistemáticamente.
Sin embargo, el Grupo GSS, debe tener otras prioridades mucho más importantes que su Plan de Igualdad ya que lo único que ha hecho desde hace un año son unas actas, y proporcionar los nombres de unas guarderías situadas en Alcalá de Henares y Getafe, cuando de lo que se trataba (en una medida de las 39 medidas firmadas) era de buscar acuerdos con guarderías cercanas a los centros de trabajo para que se pudieran beneficiar de las mismas sus trabajadoras y trabajadores. El centro de esta empresa en Madrid esta situado en Vallecas (Avenida de la Albufera) y en el mismo trabajan mas de 1000 personas. Con todo eso pretendían hacernos ver “lo mucho que se lo habían currado”.
A nadie le gusta que le llamen tonto, y menos que le traten como tal. Los acuerdos están para que se cumplan no para que se hagan una bufanda con ellos. GSS tiene un Plan de Igualdad, que usa para buscar subvenciones, presumir a competidores y clientes y concursar para nuevos servicios. Pero GSS también tiene a CGT, firmante de dicho plan, que va a exigir que se cumpla en todos sus términos.
Como Sonia y Zoraida demostraron en los hechos que el trabajo sí se podía hacer, que las medidas pactadas con respecto a la conciliación laboral y familiar era posible llevarlas a cabo, con un poco de interés que pusieran, montaron en cólera.
El director de personal de la empresa, conocido por sus aficiones pugilísticas (se pega “guantazos” con todo delegado sindical que le incomoda), decidió sancionarlas con dos meses de empleo y sueldo, aprovechando un correo que enviaron nuestras compañeras definiendo a esta panda como vagos e ineptos2.
Atropello sindical
Sin ningún sonrojo, el Grupo GSS montó deprisa y corriendo con la abogada de la empresa, María García-Trevijano (el apellido le queda grande), y la jefa de Personal, Ana Calvet (el apellido le queda pequeño), una especie de tribunal instructor con el fin de dar patina de legalidad a lo que era un atropello a la libertad sindical de las compañeras.
En el escrito en el que se sanciona salvajemente a nuestras afiliadas, la abogada instructora, (que está en nómina de la empresa), se atreve a hablar del código deontológico del Estatuto General de la Abogacía Española para decorar de independencia su decisión, cuando de todos es sabido que está contratada por cuenta ajena para ejecutar las decisiones que toman sus superiores, independientemente de la justicia o injusticia de que se trate.
En la sanción impuesta se acusa a nuestras compañeras de una falta muy grave, por dirigirse al director de personal de la empresa, “mediante el uso de términos, expresiones o apelativos insultantes, desconsiderados, injuriosos e incluso vejatorios (…) al llegar a utilizar palabras como “panda de vagos e ineptos” o a proferir amenazas como “batallón de denuncias”, “además de otros calificativos insultantes o despreciativos como lamentable”. La propia carta de sanción, como se puede ver, se descalifica así misma.
CGT denuncia que en este burdo acto de represión sindical se ha decidido dejar sin ingresos durante dos meses a dos teleoperadoras del Grupo GSS, madres de familia, por la grave infracción de decir negro sobre blanco lo que estaba sucediendo.
Que GSS deje a Sonia y Zoraida sin cobrar un euro dos meses por defender a todas sus compañeras y compañeros, además de ser un acto muy burdo de represión sindical, es un acto de machismo. El Director de Personal, un gallito acostumbrado a ordenar a las mujeres que tiene a su mando, no se acostumbra a que dos trabajadoras le digan lo que piensan de sus acciones. El tono machista de la sanción salta a la vista cuando se leen los correos en los que las dos compañeras de CGT exigen a la empresa el cumplimiento del Plan de Igualdad, destacando en definitiva que una multinacional, con una facturación de millones de euros, con miles de empleos en varios países, es incapaz de cumplir sus compromisos en materia de igualdad.
Si nos tocan a una, nos tocan a todas
La cosa no va a quedar así. Naturalmente, estas injustas y duras sanciones van a ser impugnadas a través de nuestro gabinete jurídico; pero si cree la dirección del Grupo GSS que nos vamos a quedar mientras tanto mano sobre mano hasta que se celebren los juicios es que, además de los adjetivos que se os ocurran, está falta o escasa de entendimiento o razón.
Uno de los principios inquebrantables de nuestra organización es el apoyo mutuo y la solidaridad. Desde CGT impulsaremos en los próximos días una campaña que arrope a nuestras compañeras durante el tiempo que duren las sanciones.
Vamos a acudir periódicamente a las puertas de GSS, para exigir la retirada de las sanciones impuestas y para instar a la empresa a cumplir inmediatamente su Plan de Igualdad. CGT denuncia públicamente, y lo va a hacer en los próximos meses por todos los medios posibles que esta multinacional de telemarketing, es una empresa líder en la represión sindical. Esta empresa reprime e intenta silenciar a CGT, pero no nos van a callar.
Van a por nosotros
El Grupo GSS, pésimamente gestionado por sus directivos en los últimos años y endeudado hasta la médula, tiene planes para aplicar próximamente nuevos y salvajes ataques a sus trabajadores. Pero GSS tiene un problema que no sabe como resolver. Desde enero de este año, un sindicato independiente, (que no se calla, y no se vende), es el mayoritario de la empresa matriz del grupo empresarial, en su centro de trabajo más grande del estado español, que además, es la sede social del grupo a nivel internacional. Ese sindicato se llama CGT.
Al Grupo GSS le preocupa CGT y es algo que se ha incrementado desde enero de este año cuando arrasamos en las elecciones sindicales. El dueño de la empresa, Vicente López, de 74 años, quiere vender esta multinacional para jubilarse y sabe que nuestra organización sindical es un problema. Ha llegado a reunir a toda la representación sindical para decir “lo bien que nos va” sin que se le caiga la cara de vergüenza, dado que tiene a decenas de trabajadores y trabajadoras con el sueldo rebajado por “la mala situación de la empresa” . El único sindicato que dijo que no, y les llevó a los tribunales fue CGT.
No nos van a callar
Vamos a seguir diciendo muy alto y claro lo que sabemos y lo que pensamos. Denunciando todo lo que ocurre con nombres y apellidos, y con nuestra sátira habitual. Si les molesta, que se aguanten. No escribimos para ellos, sino para los trabajadores y trabajadoras de GSS: para que conozcan sus derechos, primero; para denunciar sin cortapisas las situaciones indignantes de explotación que se producen en la empresa, después.
A nosotros nos gustaría llenar nuestros comunicados de soluciones y acuerdos, pero lo que encontramos en los centros de trabajo son problemas y conflictos. La sección sindical de CGT es una herramienta de los trabajadores y trabajadoras, así ha sido siempre, y así seguirá siéndolo.
Para CGT una de las esenciales funciones de nuestros delegados y delegadas es denunciar por todos los medios posibles las múltiples injusticias que se producen en la empresa. Si nos servimos de múltiples medios para ello (comunicados, boletines, web, denuncias, demandas…) es del mismo modo que la dirección de la empresa se sirve de múltiples fórmulas para atentar los derechos de la plantilla. Por cada denuncia de CGT, se agreden por la empresa decenas de derechos de la plantilla, por cada comunicado de CGT hay muchos trabajadores humillados por sus responsables diariamente.
GSS ejerce violencia sistemáticamente contra sus trabajadores mediante sanciones injustas, despidos improcedentes o nulos, incumplimiento de convenio, etc… Reivindicamos acabar con esto y mejorar las condiciones de todo el personal que trabaja en nuestra empresa, pero mientras exista precariedad y reivindicaciones, CGT seguirá ejerciendo su acción sindical y su libertad de expresión, pese a quien pese.
Hoy, han sido Sonia y Zoraida. Mañana podemos ser cualquier otro miembro de CGT, o toda la sección sindical, nos da igual, no nos van a doblegar.
La abogada de la empresa, esa que mutila los derechos de los trabajadores, mientras se arropa en un código deontológico, nos ha amenazado que si no nos retractamos en el boletín que distribuimos para los trabajadores “El Grito” de lo que ellos llaman “expresiones ofensivas”, nos llevarán a los tribunales.
Que no, que no nos van a callar. Que vamos a seguir ejerciendo nuestra labor sindical y libertad de expresión.
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1 = Según definiciones de la RAE: Zángano, na.: Persona floja, desmañada y torpe. Incapaz: Adj. Falto de talento. Que no es capaz, por su naturaleza o por decisión de su voluntad.
2 = Según definiciones de la RAE ambas palabras son adjetivos. Vago: Holgazán, perezoso, poco trabajador. Inepto: No apto ni a propósito para algo.