En Badajoz, se llevan produciendo numerosas irregularidades en los servicios de BBVA con compañeros sancionados por colgar llamadas. Con la marcha del supervisor Rodrigo a tierras limeñas, para conocer más de cerca los lucimientos de la precarización en el tercer mundo, las coordinadoras quedaron prácticamente al mando, poniendo en práctica la máxima de su mentor: la credibilidad es cuestión de rangos.
A partir de entonces, las encerronas a los trabajadores se suceden día a día. Los feedback, que son las evaluaciones que nos hacen para mejorar la calidad de las llamadas, son manipulados sin disimulo, una vez firmados por los trabajadores a los que no se le entrega copia hasta pasados unos días. Estas evaluaciones, luego, se emplean como medios de prueba en las sanciones, avalando la mala actitud del agente al que quieren castigar.
Naturalmente, las fobias, manías personales y favoritismos quedan en evidencia ante una Directora del Centro, Pilar Hernández, que permite estos feudos con la condición de que al suyo no lo meneen.
Hace unas semanas, una delegada de CGT, que ha denunciado hasta la saciedad estos hechos, fue sancionada con dos meses por colgar llamadas sin prueba alguna. Se le aplicó la misma receta que a otros compañeros suyos, pero de modo más brutal. La empresa pretende silenciar una voz incomoda. Inicialmente pensó en despedirla, pero gracias a la acción sindical rebajó sus intenciones a una sanción de empleo y sueldo. Desde estas líneas advertimos que esto no la va callar, y que cuando vuelva a ocupar su puesto de trabajo será como siempre, denunciado las múltiples irregulares que GSS pretende pasar por alto. Por otra parte, nuestra sección sindical ha emprendido las acciones legales oportunas para que se deje sin efecto esta absurda sanción. Saben, para desconsuelo de la señora Abogada-leña, que perderán otra vez en los tribunales, lo que tratan de robarnos en las plataformas.
Desde CGT advertimos a todos los compañeros que la afiliación sindical es el mejor remedio para evitar estas argucias de la empresa. Igual que nuestra delegada, todos los afiliados a un sindicato disponen de un mecanismo de defensa anterior a la sanción que puede evitar los más escandalosos abusos que la empresa está acostumbrada a utilizar. Desgraciadamente en ocasiones la empresa se aprovecha de la falta de conocimiento de los representantes de los trabajadores para ejercer autoritariamente el aquí mando yo. La afiliación sindical, derecho de todos los trabajadores, es un mecanismo de protección básico que todos debemos tener en cuenta.