Trabajo en Atento, antigua filial de Telefónica que fue vendida a un grupo de inversión, un fondo americano llamado ‘Bain Capital’ a finales del 2012. Casi dos años después, la situación que estamos soportando la plantilla es insostenible. Recibimos una llamada tras otra sin pausas administrativas. Además de gestionarlas en el menor tiempo posible, te piden que te pongan buena notas en la encuesta y, por encima de todas las cosas, que vendas.
Vender y vender, es lo único que les interesa. A las y los compañeros que tramitan les piden cada vez más gestiones. La falta de formación que recibimos, la presión y sobre todo el exceso de trabajo hizo que nuestra salud se resintiera. En numerosas ocasiones, han tenido que venir los servicios de urgencia para atender a compañeros con síntomas de ataques de ansiedad. Pues bien, por todo esto y más, tras varios paros parciales, hicimos huelga de 24 horas el 23 de junio. Tres días después Atento anunció un ERE sobre el 9% de su plantilla, argumentando, entre otras cosas, pérdidas de beneficios.
Tras la primera reunión del periodo de consultas, se abre un plazo de negociación en el que los sindicatos tienen un plazo no superior a 30 días para ir desmontando los argumentos que la empresa está planteando. Junto con ellos, la plantilla tenemos el deber de pelearlo.
Desde que el pasado 26 de junio la empresa anunciara su injustificado e inmoral ERE para despedir a 823 trabajadores y trabajadoras a nivel estatal, empezó a cobrar protagonismo “la lista”. Si estás en ella te vas, si no, te quedas. Muchos gastan sus energías en preocuparse en si estarán o no en ella, día a día preguntan si ya se ha filtrado. Esa lista, que la empresa no ha hecho pública aún, viene acompañada del miedo y la incertidumbre; la empresa juega con eso y con la desoladora situación laboral actual. Hay trabajadores y trabajadoras que no creemos en esa lista, si ve la luz antes de tiempo no pienso mirarla. Es sólo una estrategia para dividirnos; si dejamos de asumirla como propia y luchamos solidariamente, poco podrá hacer la empresa para detenernos.
El ERE se puede parar y con él esa lista, por lo que lo único útil es centrarnos en lo que, con unidad, podemos hacer, en lugar de preocuparnos por las amenazas de la empresa. Toda la plantilla actual es necesaria, no sobra nadie, es más, hace falta que refuercen la plantilla porque tenemos sobrecarga de trabajo. Si cedemos, si nos conformamos, si no hacemos huelga, si no vamos a las concentraciones, habrá una lista y luego otra y otra y todas las que la empresa quiera, además de que la situación de las personas que no fueran despedidas sería aún más precaria.
Hay que cambiar el chip de nuestras conciencias, tenemos que actuar como si la amenaza fuese contra todo el mundo, porque la realidad es que este ataque va contra nuestro presente y futuro, y tenemos la responsabilidad de actuar, es la única forma. Centrarse en si se está o no en la lista es un error, impide ver más allá. De momento tuvimos una huelga de 24 horas el día 15 de julio, en el caso de Sevilla hubo también una concentración en la Plaza Nueva. Les seguirán otras y allí estaremos, no tenemos nada que perder y tenemos mucho que ganar. Os esperamos.
Juan Alegre es trabajador de ATENTO en Sevilla.