El pasado viernes 13 de agosto se paralizó un par de meses el cambio de empresa de Contact Center que presta este servicio desde hace años y que estaba anunciado, inicialmente, para el 16 de agosto de 2021. La firmeza de la plantilla que, reunida en asamblea por la CGT en los centros de Sevilla y de Madrid, se negó a firmar la baja voluntaria fue la clave, junto a la audacia de hacer público este conflicto, que, lo miremos por donde lo miremos, es indignante. De la empresa Unísono, que se han comportado una vez más como los carroñeros que son, buscando un nuevo servicio sin importarle nada lo que pasa con el personal que lo desempeñaba, nada esperábamos. Son unos buitres que siempre que pueden atacan los derechos laborales.
Irrita más leer los comunicados de la sección sindical de CCOO en SITEL, que se dice preocupada por los más de 400 puestos de trabajo que se ponen en riesgo por el cambio de empresa de Contact Center que gestiona el servicio de Carrefour. CCOO y UGT son responsables de este conflicto por ceder ante la patronal y no incluir este derecho en el convenio sectorial. CGT, que busca mejorar las condiciones laborales, no firmó el convenio de este sector ni en 1999, ni en 2002, ni en 2005, ni en 2007, ni en 2012 ni en 2017, y una de las cuestiones fundamentales de nuestra histórica oposición ha sido los despidos que se generan cada vez una empresa cambia de empresa proveedora de sus servicios de Contact Center (antes telemarketing).
Para CGT, existen dos cuestiones fundamentales para un buen servicio de Contact Center, La mano de obra, que recoge la excelencia de las personas que llevan años gestionando un servicio, y las aplicaciones para desempeñarlo, algo que en el servicio de Carrefour facilita el cliente al 100%.
Que haya subrogación en este sector es una necesidad inaplazable si no queremos que las empresas presenten todos los años decenas de despidos colectivos cada vez que hay una empresa que cambia de proveedor. Con la virtual desaparición del contrato de obra en este sector, en la línea defendida por CGT históricamente, y que ha acogido por fin el Tribunal Supremo el pasado diciembre, no se sostiene que las empresas que pierden un servicio tengan que llevar a cabo un ERE, si el servicio continúa en otra empresa del sector y necesita el mismo personal.
CGT presentó en su plataforma de negociación del convenio una propuesta de subrogación que evitaría estas cuestiones y que no ha sido tenida en cuenta ni por la patronal, ni por CCOO ni por la UGT hasta ahora, y que os adjuntamos al final de esta noticia.
Dicho todo esto el máximo responsable de este proceso es Carrefour, que como Poncio Pilatos se lava las manos y es el único que puede solucionar 400 dramas familiares. Que nadie olvide el impacto de la actitud de Carrefour con sus trabajadoras y con la sociedad. Para CGT resulta especialmente dañino el trato que se da a un personal que, en pleno confinamiento, disparó su productividad, debido a la multiplicación de llamadas a este servicio de Contact Center. Mucha gente que no podía ir a comprar físicamente llamó por teléfono o contacto a través del resto de canales no presenciales que atendieron durante todo el tiempo el personal de SITEL con total profesionalidad. Entonces éramos esenciales. Este personal, contratado por SITEL, trabajó desde su casa para que Carrefour saliera adelante y ahora se lo pagan con posible despido. Es una vergüenza. Hay que recordarle a Carrefour ejemplos como el de Golden Line cuando perdió Vodafone o el de Emergia cuando perdió MasMóvil. En ambos casos el cliente exigió subrogar todo el personal, y las empresas salientes y entrantes lo hicieron sin ningún problema. En este sector hay subrogación si el cliente lo dice, así que no se lave las manos que la mierda que tiene no se la quita. Cuando dentro de dos meses se ejecute el cambió de empresa habrá que ver si se ha dado cuenta de lo vergonzoso de su actitud.
Carrefour está a tiempo de cambiar su RFP (Solicitud de Propuesta) para el nuevo servicio, que recoja en el Briefing (Instrucciones) claramente que se debe subrogar a todo el personal. Si no lo hace tendrá guerra porque la CGT movilizará todos sus medios en las puertas de sus hipermercados contándole a los clientes como tratan a sus trabajadores, además de denunciar por todos los medios esta decisión. CGT exige a Carrefour que se haga responsable del destino del personal que lleva 15 años sacando adelante su Contact center. De su respuesta vendrá la nuestra. Seguiremos informando.