Si destrucción de empleo es lo que lleva meses y meses haciendo Unísono en Madrid, y es que en 2010, éramos 1723 trabajadores, en 2011 pasamos a 1564 y actualmente, aunque bajando, en 2012 estamos 1066 trabajadores. Todo con una facturación en 2009 de 73,38% y en 2010 de 78%. Esta variación en millones de Euros es bestial, máxime si se tiene en cuenta que ya estábamos en plena “crisis”. Pero es que además, proyectaban un aumento del 10% sobre dichas cifras para el periodo de 2012 a 2013. Desde CGT, desconocemos la facturación final de 2011, puesto que la empresa, como con infinidad de cuestiones, incumple la legalidad y no nos facilita la información mínima exigida.
Bajo estas cifras, queda claro que no es necesario, hoy en día, hacer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), al que todos tenemos tanto miedo, para ir reduciendo las plantillas y a bajo coste, les basta con sus tretas y artimañas algunas de ellas desgraciadamente legales.
Así, nos dijeron que el CAV era insostenible y que tenían que reducir la jornada de toda la plantilla, hecho que perdieron en los juzgados por no poder demostrar la necesidad de dicha medida, pero ya habían conseguido quitarse de en medio a mas de cincuenta trabajadores.
Posteriormente, y tras muchos años de servicio en el 11888, lo mandan a la mierda, echando a la calle entorno a 180 trabajadores, así como perdiendo servicios como el del Banco Popular o Ifema, por su incapacidad de mejorar la oferta prestataria de los mismos que otras empresas hicieron.
Y una vez más, en el SAV desde el pasado día 7 de Septiembre, nos hemos tenido que ir enterando de modificaciones sustancia-les y movilidades funcionales y/o geográficas, es decir de las golfadas, que los irresponsables del servicio están perpetrando, como si de la mafia se tratase, contra trabajadores que llevan años manteniendo y mejorando la calidad.
Lo hacen sin informar previamente al comité, y por tanto sin darles opción de acudir con la representación legal de los trabajadores, ya que en el caso de los mandos intermedios, les dicen que vayan a su despacho por el Messenger, sin que se les diga a que van.
Decimos que son golfa-das, ya que primero tratan de hacer que el trabajador en concreto, rebaje la categoría y se cambie de servicio, sin concretar la estabilidad del mismo. Incluso insinuando que si en la nueva campaña a la que quede adscrito no trabaja adecuada-mente, se iría sin nada. Ante la evidente negativa de los compañeros a asumir esta estafa, lo segundo que hacen es decir que están ahí para negociar, pero para negociar lo que ellos consideran adecuado, es decir, que nos debemos olvidar de la opción del despido improcedente y su correspondiente indemnización. Y es que, el interés de la empresucha esta, es que nos vayamos voluntariamente, sin un duro, con el paro como oferta máxima. Finalmente, las distintas tretas de estos irresponsables, han llevado a que algunos compañeros hayan accedido a irse con solo el paro, otros hayan sufrido la movilidad funcional, es decir, pasar a ser operadores, y en algún caso, incluso haberles forzado a irse con 20 días por año tras informarles que les mandaban a otra provincia (movilidad geográfica).