
Desde CGT entendemos que el despido se produce en represalia directa a la actividad sindical que dicha trabajadora estaba a ejercer en la empresa.
La actividad sindical de Beatriz se fue intensificando en los últimos tiempos ante la inaplicación de la empresa de la sentencia de 4 de Marzo del Tribunal Supremo sobre pausas en pantallas de visualización de datos. Segun esta sentencia, Bosch está vulnerando y comprometiendo la salud visual de su plantilla al eliminar unilateralmente aquellas pausas que establecen las normativas de seguridad e higiene en el trabajo en lo referente al trabajo frente a pantallas de ordenador en el sector del Telemarketing. Beatriz del Amo, como responsable de salud laboral en la empresa accionó los mecanismos correspondientes para restablecer la legalidad al respeto, y avisó, días antes a la empresa de que de no cambiar de actitud efectuaría las correspondientes denuncias ante inspección de trabajo. La respuesta de la empresa llegó en forma de despido disciplinario a los 15 días de entregarle este escrito.
Desde CGT no podemos tolerar esta vulneración de derechos fundamentales, donde se castiga a quien exige el cumplimiento de derechos relacionados con la salud y bienestar de alrededor de mil empleados en Bosch Communication Center Vigo. Porque el castigo hacia nuestra secretaria de salud laboral no es más que la mera tentativa de amedrentar a la sección sindical de CGT en Bosch y por ende, a tod@s l@s trabajadores/as de la empresa, cosa que este sindicato jamás va a consentir. Quien ataca a un miembro de la CGT ataca a toda la CGT.
Hoy se ha desarrollado la primera concentración de protesta delante de la sede de la empresa en Vigo, e iremos intensificando la lucha en las próximas semanas, por la readmisión de Bea, contra la oleada de despidos disciplinarios alegando supuestas disminuciones de la productividad sin ningún fundamento, eliminando a trabajador@s con experiencia y antigüedad para sustituirl@s por personal de ETT´s y con contratos por obra.
Hacemos un llamamiento a extender la lucha a todo el territorio del estado español, en un primer paso, en aquellas ciudades además de Vigo donde existen centros de llamadas de Bosch: Madrid y Barcelona.