La firma, por parte de CCOO-UGT del primer convenio de telemarketing apremiados por las luchas internas de sus federaciones, dio cobertura legal a un sector fundamentado en la discriminación salarial y laboral, impidiendo que se aplicara, por extensión, el convenio de telefónica como la empresa más cercana y mucho mejor en condiciones laborales.
Desde la firma del mismo, la CGT ha luchado de manera permanente en cada centro de trabajo por el reconocimiento de derechos básicos, llegando incluso a impugnar varios de sus artículos ante la Audiencia Nacional.
La negociación de los siguientes convenios nos ha dado más de lo mismo: explotación y pérdida de derechos.
Durante el proceso de “negociación” del convenio, que dura ya dos años, no sólo no habido avances, sino que se ha ido a peor. Los empresarios pretenden empeorar el redactado del actual y poder despedirnos más fácilmente y más barato, y no aplicarnos una subida salarial digna.
Mientras los trabajadores de Movistar, por hacer el mismo trabajo que nosotros perciben un salario infinitamente superior al nuestro, nosotros, por culpa de empresarios y sindicatos afines firmantes, nos tenemos que conformar con subsistir con nuestros míseros salarios, mientras las empresas del sector: Atento, Eurocen, Teleperformance, Sykes, Unisono,… se enriquecen cada vez más a costa de nuestras precarias condiciones de trabajo.