Y volvimos por Navidad. Como ya viene siendo costumbre, SITEL, por estas fechas, nos ha regalado un Despido Colectivo. Ahí, para que se vea que respetan las tradiciones. Pues bien, tras un intenso mes de negociaciones, lo que podemos concluir del mismo es que, una vez más, las empresas encuentran aliados en el sector para cometer sus tropelías en aquellos que avalan las causas de los despidos colectivos y para ello no tienen que rebuscar mucho. Los tienen sentados a la mesa. Este año horrible que ya acaba nos ha dejado 5 ERE´s en el sector. CPM Internacional, Digitex (Comdata), Unitono (Covisian), Servicios Dix (JOBS AND TALENT) y, ahora, Sitel Ibérica. En todos ellos ha estado presente en los períodos de consulta la CGT. No ha firmado ninguno. En cuanto a las impugnaciones judiciales, se han realizado aquellas que las secciones sindicales correspondientes han estimado oportuno plantear, llegando a conseguir sentencias favorables en algunos casos (Servicios DIX 2012, por ejemplo…), mientras que, en otros, estamos a la espera del juicio (Digitex) o de la sentencia (CPM). Pero volvamos al ERE de SITEL. El octavo en diez años. Es de locos.
Durante todo el proceso, la empresa ha tratado de convencer a la parte social de que tiene unos problemas que, en ningún momento, ha podido acreditar, por mucho que lo ha intentado. Con documentación insuficiente e incorrecta, ha mostrado una palpable incapacidad de argumentación de peritos y expertos -los cuales han venido a las reuniones a contarnos que, ellos, no sabían de qué les hablábamos, que eso no era su competencia y que eso no lo habían contemplado- y han reiterado mantras empresariales que agitan el temor de la pérdida del empleo como la suspensión de pagos o la quiebra. Eso, en una multinacional que, en el último ejercicio, ha dado beneficios.
Y, es más, durante todo el proceso, han sido incapaces de refutar las argumentaciones de una parte sindical que, a fuerza de hacer las preguntas que corresponden cuando toca, solicitar los documentos adecuados y dejar constancia de determinadas cuestiones concretas, ha forzado a la empresa a reducir sus pretensiones y ha conseguido que, al menos, no haya ningún despido forzoso. Pero esto no es un éxito. Es una victoria parcial. Y así lo decimos, porque así lo entendemos. Avalar un ERE en una empresa multinacional con beneficios, no es un éxito sindical. Porque no hay causas. Así de simple. Por mucho que nos vendan que es de voluntarios. De la causa productiva no hablamos porque ya ha pasado el día de los santos inocentes. Ahora mismo, SITEL está contratando a gente con jornadas parciales, está solicitando de su plantilla horas extra y no para de realizar ampliaciones de jornada que, además, están en fraude de ley, puesto que se hacen a 38 horas sin razón alguna para que no sean 39. ¿En serio plantean un ERE?…
Lo único que ha quedado demostrado tras este mes de reuniones es que, tras una sentencia condenatoria por la que se ha declarado nulo el pasado ERE de SITEL, la empresa ha querido quitarse de encima a la plantilla que está obligada a readmitir mediante otra maniobra de despido colectivo. Y esto, desde nuestra perspectiva, no se puede firmar. Durante todo el proceso, la CGT ha planteado que este ERE debería reconvertirse en otro tipo de medidas menos lesivas para el conjunto de la plantilla. Hemos defendido que no hay motivos para prescindir de nadie. Y lo hemos hecho apoyándonos en los datos. Y para concluir, cuando la empresa ha renunciado finalmente a los despidos forzosos, y como acto de buena fe en la negociación, hemos propuesto que aquellos que quieran irse lo hagan con una indemnización equivalente a la improcedencia (33-45 sin límite de mensualidades), que exista una garantía de no acometer otras medidas colectivas en el próximo año y que no haya vetos de ningún tipo a este plan de bajas incentivadas. En tanto que la empresa no alcanza la indemnización que solicitamos ni se compromete a no ejecutar otras medidas colectivas (movilidades, modificaciones sustanciales, etc…) la CGT determina que no procede avalar el expediente. Y así lo hacemos.
Los puestos de trabajo son propiedad de las personas trabajadoras. Así de claro. Y no debe venderse un puesto de trabajo por una suma que nunca compensa el mismo, o de lo contrario las empresas no lo "pagarían". Los sindicatos tenemos la obligación de luchar por ellos, y eso es lo que ha hecho la CGT, en SITEL y en el resto de las empresas del sector este Annus horribilis.
En los ERES, parafraseando a Buenaventura Durruti, existen sólo dos caminos, victoria para la clase trabajadora, libertad, o victoria para los empresarios lo cual significa tiranía. Ambos combatientes saben lo que le espera al perdedor. Nosotros estamos listos para dar fin a estos injustos procesos de una vez por todas, incluso a pesar de los sindicatos de siempre.