El viernes 27 de abril, los delegados CGT fuimos testigos del mercadeo de trabajadores llevado a cabo entre la dirección de GSS y los delegados de UGT, CCOO y CTI que forman parte de la Comisión Estatal del ERE de Yell.
Nos han mentido, engañado y estafado a todos los trabajadores. Han firmado este ERE fraudulento a cambio de quitar de la lista de despedidos a una de sus delegadas de UGT, y dando por bueno una indemnización miserable de 29 días por año trabajado. No les ha temblado el pulso, no. Asesorados y presionados por sus “jefas” liberadas de sus sindicatos, María Pedraza y Sofía Castillo, estos que se dicen representantes de los trabajadores han firmado los despidos de sus compañeros, conscientes de que GSS Line estaba en esos momentos contratando gente nueva para varias campañas entre las que destaca una campaña de BBVA Telemarketing de más de cien personas.
Además, y a cambio de esta rastrera firma, la empresa liberará a dos delegados sindicales de UGT y CCOO, para incluirlos en una llamada comisión de seguimiento de una bolsa de empleo, perfecto tinglado que de nada sirve excepto para que no tengan que logarse en sus puestos de trabajo y pasen el día holgazaneando.
En definitiva, un total de cuarenta y tres personas a la calle, con la colaboración deAna Germán, delegada de Yell por UGT; con la firma de Caridad Girón, secretaria general de la sección de CCOO en GSS Line; con el acomodo de Aurora Garrido, delegada de CCOO.
Estas son las que acuerdan en el comité de empresa una cosa, pero luego firman otra. Esta acción sólo tiene un nombre, y es traición. Da verdaderamente asco cómo las asesoras y liberadas de sus sindicatos, cayeron un buen día a las reuniones del ERE, y han logrado maniatar a estas delegadas y silenciar lo que semanas antes defendían con nosotros. Esas mismas liberadas que participan en la cohorte carroñera que firma convenios miserables a cambio de prebendas de toda índole.
La sección de CGT defenderá siempre la unidad sindical frente a los planes de la dirección empresarial,
pero jamás permitirá que sinvergüenzas de esta especie queden escondidos entre banderas rojas y consignas de izquierda. Los vamos a desenmascarar.
Que CTI firme esta canallada es normal. Es el sindicato montado por la empresa para pintar la mona y sumarse al carro de la destrucción de los puestos de los trabajadores. A nadie engañan a estas alturas. El inconveniente son estos otros mentecatos.
Las siglas de CCOO y UGT han sido honradas por cientos de trabajadores que lucharon y dejaron su libertad, a veces su vida, por defender unos principios a lo largo de la historia, y ahora estos caraduras vienen a usurpar su glorioso nombre. Si tuviesen un poco de vergüenza y dignidad deberían renunciar a su condición de delegadas porque han incumplido su labor como representantes sindicales, que consiste en la defensa de los puestos de trabajo y no en su destrucción. Han perdido toda su credibilidad. No os fiéis de ellos. Allá dicen una cosa, pero en la realidad firman otra. Queda otro ERE, el que afecta a 56 trabajadores, y del que os hemos ido informando puntualmente. En éste la empresa alega, principalmente, causas económicas. ¿Serán capaces estas tres delegadas de validar con su firma esta mentira cuando saben que GSS Line está obteniendo
beneficios?
Si no les detenemos, no sólo arruinarán la vida de