Figúrese por un momento que, la coordinadora de turno te llama para que acudas a su mesa y, después de estar diez minutos, intentando desconectarte y el sistema no te lo permite, tienes que cortar la llamada y aplazártela a tu agente específico, para atenderla después, (porque nosotros sí somos profesionales, aunque tengamos que estar permanentemente cuestionados).
También puede ocurrir que aplaces una llamada para las dos de la tarde y como el citado sistema funciona así, pues te aparezca a las doce, para que el cliente no se moleste, por llamarle a la hora no convenida, se tiene que cortar la llamada…… por supuesto que sí.
Otro ejemplo, nos puede entrar la llamada aplazada de otra compañera, que podría ser una futura venta, en solidaridad con los
compañeros y porque sabemos lo que cuesta llegar a vender, cortamos dicha llamada y avisamos a la compañera, esta cuestión se tiene que tener en cuenta ya que la empresa la valora en su encuesta de clima laboral.
Por otra parte, puede pasar que tengamos un ataque de tos o de cualquier otra cosa (al fin y al cabo, somos humanos); en alguna ocasión y en busca de esa venta, que tanto nos exigen, puedes aplazarte la llamada entrante en ese momento para más tarde y tratar la que estas esperando.
Pero no, …….. todos estos ejemplos y algunos más que, podríamos citar en la misma línea, no sirven; te
llaman y te dicen que no atiendes al cliente y tú que no haces otra cosa en toda tu jornada que tratar de
realizar tu trabajo lo más dignamente posible, ……. Te quedas desplazado, desmoralizado, humillado y totalmente
bloqueado.
Una vez más, la empresa ha conseguido minarnos la moral y hasta hacernos sentir mal con nosotros mismos, pero no por realizar tu faena de forma incorrecta, sino por la sensación de lo absurdo que es, el tratar de seguir manteniendo la ilusión en tu trabajo, de ser profesionales, en definitiva, de hacer las cosas bien. De que sirve todo ello si, luego en un momento, alguien enviando un correíto a quien proceda, te obliga a morder el polvo de nuevo.
¡Enhorabuena! Personaje anónimo, lo ha conseguido una vez más, y seguimos a la espera de nuevos embistes.
No obstante no olvide nunca que, aunque consiga que desaparezca esta primera fila, siempre habrá alguien detrás que, le seguirá escribiendo una carta. NO TENGA NINGUNA DUDA.