«»Sres. Ministros de Trabajo y Seguridad Social de
Al igual que entonces, ustedes no tienen otro objetivo que defender sus poltronas afianzando otro imperio, el del capital, terminando de ahogar en la crisis a los trabajador@s, seguir avanzando en el mismo modelo productivo consumista, evitando iniciar o posibilitar el más mínimo giro que ponga en marcha un nuevo modelo económico, social y productivo, que garantice una vida digna para los 500 millones de personas que habitamos esta denominada “Unión Europea”.
Ustedes son los responsables de una “Unión Europea”, donde más de 80 millones de personas son pobres, incluidos 19 millones de niños; su población parada llega a 22 millones de personas, las emisiones de gases de efecto invernadero, no sólo no se han reducido según lo acordado en Kyoto, sino que han aumentado, generando una política suicida contra el planeta; los campesinos son arruinados, las libertades son restringidas en la misma medida que aumentan las políticas de control policial y militar para asegurar su modelo capitalista; se ha limitado seriamente el derecho de huelga, condicionándolo a la competitividad; el «dumping» social se ha constituido en el modelo social-laboral en los desplazamientos de los trabajadores en el mercado interior; la aplicación y entrada en vigor de
Ustedes nos venden su “estrategia
Ustedes no tienen otro principio rector de la política, nada más que el mercado y todas las medidas que son capaces de plantearnos responden a la explotación salvaje: las relaciones económicas de libre competencia y libre circulación del dinero, las relaciones comerciales de protección de las multinacionales en sus intercambios desiguales e injustos con el resto del mundo, la apuesta decidida por el control absoluto del capital financiero, globalizado y criminal.
Ustedes junto con los agentes financieros, banqueros, gestores, transnacionales, especuladores… son los responsables de esta impunidad, responsables del fortalecimiento del modelo productivo desarrollista, responsables del malestar social, de la descohesión y desigualdad social sin precedentes, de las amenazas serias que padece la continuidad de vida del planeta.
Ustedes no son bienvenidos. Frente a ustedes estarán las personas trabajadoras, paradas, precarizadas, estarán las personas jóvenes, campesinas, las migrantes, las estudiantes, que se oponen a estas políticas y expresarán, gritarán y exigirán que el modelo de producción y distribución de bienes y servicios, llamado capitalismo, tiene que ser sustituido por otro modelo, donde valores como el reparto, la justicia, los derechos sociales y civiles para todos y todas, sean el motor del crecimiento y la distribución. Y al igual que hace 489 años a estas personas no les dará miedo la derrota, pues más miedo les da la sumisión.»»