Desde que los compañeros de la campaña de Banco Popular han entrado a formar parte de GSS, su plataforma se ha convertido en una versión moderna de uno de los nueve infiernos que describiera Dante en su “Divina Comedia”. El responsable de esta situación, al igual que en los versos del bardo florentino, no podía serotro que un Lucifer de tres cabezas, tres testas formadas por Olivia Vera (responsable de campañas externas),Concha Velasco (responsable nacional de operaciones de GSS) y nuestro querido Julio Alberto Peréz Rosales (Director de Personal).
Ellos son los que han permitido que en la campaña de Banco Popular las normas y derechos de los trabajadores sean ignorados de modo sistemático. Lucifer tenía, como decimos, tres cabezas pensantes y cornudas, algo desproporcionadas por su pequeño volumen con respecto a la magnificencia de su cuerpo y, en particular, a su rabo, azote de los pobres pecadores. Parece ser, por lo que nos cuentan los trabajadores de la campaña, el papel de este apéndice macho lo cumple a la perfección uno de los supervisores de estas campañas, Pedro Domínguez, que ha visto en esa plataforma el cumplimiento de uno de sus sueños: manejar a los trabajadores a su antojo, dividiéndoles en categorías según el vasallaje que considera que le rinden. Nos cuentan que su fiel escudero, el tambien supervisor Iñaki, le ríe todas las gracias y a todo le da la razón, adulando sus cualidades naturales como jefe. “Per natura caça can”; Malo, malo, malo………
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