El pasado viernes 25 de octubre, justo al finalizar su jornada laboral la trabajadora Amaya Muñoz fue despedida por su empresa, perteneciente al grupo empresarial KONECTA, cuyo máximo accionista es el Banco de Santander.
Lo que podría parecer un despido más, en un grupo empresarial donde a diario se despiden trabajadores y trabajadoras, en la mayoría de los casos sin atender a la legalidad, escondía un drama personal al que no es ajena una buena parte de la ciudadanía del estado español. Amaya había perdido también su vivienda pocos días antes, en concreto fue desahuciada con notable presencia policial y de medios de comunicación el día 11 de septiembre.
Como consecuencia del desahucio, Amaya debió acudir al servicio público de salud el mismo día que se produjo, afectada por un ataque de ansiedad y debiendo estar de baja médica 10 días.
Pocos días después, el 11 de octubre, Amaya acudió al médico por una enfermedad común , y para ello, engañada por su mando intermedio debió pedir una baja médica por un solo día, cuando según el convenio esta visita al médico es un permiso retribuido y por tanto no computable a efectos de contabilizar el absentismo. La empresa aprovecho esta circunstancia para aplicándole el lado más duro de la reforma laboral y privarla también de su trabajo.
Las ausencias de Amaya, justificadas siempre, en ningún caso podrían considerarse un gran perjuicio para su empresa que es la de mayor tamaño en su sector, el de atención al cliente para terceros, lo que todos conocemos como telemarketing, ya que cuenta con casi 11.000 trabajadores solo en el estado español.
Este grupo empresarial facturó en 2011, último año del que disponemos datos económicos, 211 millones de euros y con unos beneficios de casi 5 millones de euros. Su cifra de negocios ha crecido con respecto al año anterior un 14%, duplicando su negocio de explotación y consiguiendo un aumento en sus beneficios netos de un 87%.
Pero no es la primera vez que el grupo KONECTA salta a las páginas de los periódicos por asuntos similares, en junio del año pasado y según publica el Diario Diagonal, una trabajadora falleció por seguir acudiendo al trabajo pese a estar enferma, por el miedo a perder su puesto de trabajo ya que poco tiempo antes había tenido otra baja médica.
El cinismo y desprecio de esta empresa por los trabajadores y trabajadoras, queda fielmente “retratado” en otro despido ocurrido también hace poco tiempo, una trabajadora de su centro especial de empleo, fue utilizada, publicando su foto, en la revista de la fundación KONECTA para poner de manifiesto su esfuerzo por integrar a personas con discapacidades. A los dos meses fue despedida por causas objetivas, que no han sido acreditadas, estando su despido impugnado y pendiente de sentencia.
Desde el sindicato CGT se ha intentado, incluso manteniendo una reunión con la empresa, que KONECTA reconsidere la decisión de despedir a Amaya, hasta el momento sin conseguirlo, por lo que no nos queda más remedio que acudir a los tribunales y salir a la calle para defender sus derechos y los de toda la clase trabajadora.
El próximo jueves 14 de noviembre a las 18,00 horas nos concentraremos en la Plaza de Canalejas 1, frente a la oficina principal del Banco de Santander, cómplice de este despido, cómo máximo accionista de KONECTA.
Y después, semanalmente se realizarán concentraciones ante los distintos clientes de KONECTA, empezaremos por AEGON cliente para el que trabajaba Amaya para continuar por VODAFONE, BANKIA, BANCO PULAR, GAS NATURAL, OPEN BANK, ICO…