En la reunión del lunes 9 de agosto de 2021 hemos asistido además a otras cosas más propias de Nostradamus que de una negociación transparente. En la última reunión UGT agradeció a la empresa por abrir la voluntariedad a otras campañas además de Vodafone Loyalty. Es de bien nacido ser agradecido pero el problema es que eso todavía no se había dicho. Sin embargo, UGT ya lo sabía, demostrando que lo que se está negociando encima de la mesa no es lo real.
Eso si, si te llamas Angelica, Maryzabel, Alicia, Rosario, Dolores, José, Víctor, Victoria, Eugenia, Antonio, Inmaculada, Rafael, Francisco o Cristina y eres de CCOO, de UGT o del SAT, los sindicatos firmantes del Erte del año 2020, te ha tocado la lotería. Aunque supuestamente no lo haya pedido nadie, y estabas entre los/as posibles afectados/as, hoy ya sabes que no te van a despedir. Estas cosas molestan y mucho, y son las que tenemos que vivir día a día en los Despidos Colectivos del sector de telemarketing. CGT se ha mostrado radicalmente en contra de esto.
Por lo demás en la sesión de la tarde la empresa ha dicho que las personas que tienen reducción de jornada por guarda legal no pueden ser desafectadas porque les genera un problema enorme. Parece ser que las madres que cuidan a sus hijos. Para eso ha hecho dos recesos de más de dos horas de duración para reventar la negociación. Eso solo ha enfadado a la parte social.
Quieren que aquellos/as que puedan ser recolocados/as en otros servicios tengan una enorme experiencia allí donde van a ir, y eso no se entiende. No se entiende, básicamente, porque aquí todo el mundo tiene las mismas capacidades, las mismas facultades para hacer el trabajo. Nuestra clasificación profesional es la que lo determina. Quizás, la diferencia para ellos radica en que las personas con guarda legal, concreciones de jornada y demás son menos rentables por aquello de ejercer derechos. Pues bien, se equivocan. Y lo saben. Y eso es grave. Porque escurrir el bulto en esto, además de poner en riesgo toda la negociación, es inmoral.
Desde CGT estamos convencidas de que, tras todo esto, se encuentra un plan de la empresa para desprenderse de aquellas personas que le generan algún tipo de “inconveniente” para ellos. Cosas tan graves y malas como tener una familia a la que cuidar, o trabajar las dos personas de una pareja en la empresa son las que dicen que no pueden aceptar para la exclusión de la medida. Si es que como se os ocurre, tener hijos o formar familias…
CGT sigue firme en sus pretensiones. Aquí cabemos todos y todas, y si hace falta, se hace hueco. Pero mandar a la calle a aquellas personas que están acogidas a un derecho para poder planear cuadrantes a su antojo, no lo contemplamos.
BASTA YA DE REIRSE DE NOSOTRAS, SOMOS MÁS QUE UN NÚMERO